(Síntesis de un artículo del "Il Corriere della Sera)
Parece que un hilo invisible los haya unido, aunque los objetivos sean diferentes porque Alex lucha por el campeonato y Francesco por una oportunidad en Europa. Aún así es bonito y romántico pensar que los goles de Del Piero y Totti en el momento más difícil de sus equipos ayer, son como dos caras de la misma moneda.
La fidelidad a una equipo, el sueño de un niño hecho realidad, el talento puro que no desaparece a pesar de los años, la sonrisa de aquel que sabe como realizar el oficio más bonito del mundo que lo empuja a no querer abandonarlo. La Roma dominaba al Udinese con prepotencia pero cuando faltaban 3 minutos para el final del partido empataban 1-1.
La tenacidad de Osvaldo, la garra de Totti y el trabajo psicológico de Luis Enrique dieron su resultado en el gol de Francesco Totti y en el 2-1 de la Roma.
El gol del 2-1 dio una gran sensación de tranquilidad y es muy importante porque da esperanzas a la Roma para los 6 partidos que quedan en la lucha por la Champions. Un gol que puede significar todo o nada. Lo sabremos el domingo por la noche, después del partido contra la Fiorentina.
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