PAOLO FRANCHI - ARTÍCULO TOMADO DE IL ROMANISTA
Mourinho sostiene, después de ganar la Liga, que Dios está con él: no es al primero que escucho decir algo parecido. Hubo otros que usaban el nombre de Dios para justificar su modo de trabajo y creencias en lo que hacían. No digo que Mou sea como los nazis, sólo digo que encarna un fanatismo y un modo sectario de hacer las cosas, de prepotencia, que encarna todo aquello que no me gusta del fútbol ( FORZA PEP ).
Luis Enrique es exactamente lo contrario. No sé si cree en Dios. Y ahora mismo seguramente piensa que si existe no está desde luego con él. Por esto soy de Luis Enrique. Su manera de ser, de comportarse, más allá de lo que es como entrenador, me gustan, es algo instintivo. Porque lo entiendo, y creo entender que si sus ideas son capaces de tomar algo más de forma me harían enloquecer. Es alguien que además me cae bien y por eso me siento mal porque no entiendo que ha podido salir mal.
Entiendo y asumo que realizar esta afirmaciones son de una subjetividad absoluta y que no doy razones para sostener a un entrenador con argumentos, ante la dura realidad de los malos resultados. Pero nada ni nadie me hará cambiar de idea ni a mí ni a aquellos que en su día colocaron la pancarta en el estadio que decía: "Nunca seremos esclavos de los resultados". Le sucede a aquellos que tratan de innovar y que intentan llevar una idea una y otra vez adelante, a pesar de los fracasos, que dividen a la gente cercana entre los que le apoyan incondicionalmente y los que prefieren pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor. Yo personalmente, todo cambio o innovación lo agradezco y además del pasado relativamente cercano sólo me quedo con Nils Liedholm, Zeman y Spalletti. Volviendo al discurso. Pienso que Totti ( el más grande de los Capitanes o mejor dicho: El Capitán ) ha dicho lo que el equipo siente en su corazón, o al menos, la mayoría de los jugadores. No me permito por nada del mundo contradecir al Capitán. Confio en Totti. Luis, quédate y soñemos con alcanzar grandes metas.